domingo, 14 de diciembre de 2008

Igual que papá Adán

De los trece bebés conjuntos de Queca y Adán hasta la fecha, Don Pepe ha resultado ser una fotocopia de papá Adán, aunque la fotocopia es de una calidad infinitamente mejor gracias a la aportación genética de mamá Violeta, que le ha dado un toque más de dulzura en su expresión, un color de ojo más intenso, más cobrizo, y un manto de infarto, suave, denso, de color azul oscuro y uniforme. El resultado es tan bonito, que hemos recibido numerosas felicitaciones de amigos criadores del chartreux, que nos llenan de satisfacción y nos ániman a seguir con el, en algunas ocasiones, sacrificado y duro trabajo de la crianza.
Si bien, para nosotros lo más gratificante es que mirando a Don Pepe, nos trasladamos en el tiempo y recuperamos a nuestro pequeño Adán, nos encanta ver a través de su hijo a ese bichejo de poco más de un kilo de peso, que llegó en pleno verano del 2005, y se introdujo en nuestra dinámica familiar con un desparpajo fuera de serie. Porque no sólo ha heredado su excelente cabeza y morfología, sino también su adorable caracter, es tan descarado, inquieto, travieso y zalamero como su padre, y tiene igual de claro que él ha venido a este mundo a disfrutar y compartir cada momento del día, y ... hacernos sus esclavos.
Os dejamos unas fotos de ambos con la misma edad. Primero de Adán instalado en su árbol natural en la casa de la sierra durante el verano de 2005, a continuación Don Pepe, instalado también en su árbol... pero artificial.