viernes, 21 de enero de 2011

Fifi y Flor

Iniciamos el Blog en el 2011 con la presentación en "sociedad" de nuestras nuevas niñas. Las dos son francesitas y a su corta edad ya son expertas viajeras. En breve las presentaremos como Dios manda en la web, pero hasta entonces os dejamos unas fotos para que las conozcáis.

Como ya hemos comentado en otras ocasiones, no podemos viajar sin Azules..., o "se apuntan" para no quedarse solos en casa, o de regreso descubrimos con mucho agrado que una nueva "mochilita" se ha añadido al equipaje. No nos aburrimos, no, ¡¡¡ nos pasan unas cosas muy extrañas!!! Esto último es complicado, pero en los últimos meses ya nos ha ocurrido en dos ocasiones y dicen que no hay dos sin tres .... La primera "mochilera" se subió en marcha cuando regresábamos de unas vacaciones en el sureste francés, se llama Fifi.
En Noviembre decidimos pasar un laaargo fin de semana en la meseta francesa y nos encontramos con una turista llamada Flor.

A día de hoy ya estamos todos perfectamente ambientados y las pequeñas dominan el castellano ;-)).
De estas bonitas aventuras no podemos dejar de señalar dos aspectos:
Uno recae directamente en Fifi y Flor, porque son dos nuevas promesas que asumirán en buena parte el peso de la crianza de nuestro Chartreux "madrileño" en los próximos años. En ellas tenemos depositadas muchas ilusiones y esperanzas. Su elección ha sido muy meditada, nada fácil. En el camino quedan decenas de pedigríes estudiados detenidamente, interminables e incontables horas de aprendizaje estudiando e intercambiando información con pacientes y comprensivos, antiguos y nuevos amigos criadores, de los que hemos recibido sus sabios consejos en el afán de satisfacer unas expectativas que parecían inalcanzables..., porque cuando un criador sueña con su "gato ideal" busca incansablemente hasta que lo encuentra. Finalmente nos hemos decantado por ellas, estamos convencidos de que hemos hecho buena elección, pero... el tiempo nos dirá ;-)). Por el momento, nos limitamos a verlas crecer y disfrutarlas cada minuto; con ellas tenemos asegurada una buena ración de sonrisas con sus juegos locos, sus arrebatos de cariño y sus largas charlas de maulliditos melodiosos.
El otro aspecto se refiere, por supuesto, a la compañía, el cariño y la confianza que nuestros amigos criadores nos han demostrado al ofrecernos sus pequeñas, son el broche de oro a la larga espera y miles de kilómetros afectivos y terrestres recorridos. GRACIAS a todos, no os nombramos porque no hace falta, vosotros ya sabéis quienes sois :)))

"Compartir la vida con un Chartreux es descubrir un inesperado regalo cada día. Su eterna sonrisa azul es contagiosa" Alicia y Maite C. Preciado :-)))