Y han pasado en un suspiro.
Estamos felices porque la experiencia es tan bonita y tan positiva que nos ha permitido llegar hasta aquí. Pero, que no se engañe nadie, la Crianza Responsable requiere dedicación y sacrificio; no siempre es un camino de rosas, hay que ser “de una pasta especial” para mantenerse sin flaquear y aceptar la renuncia de muchas cosas.
En nuestra aventura, dos aspectos han sido decisivos para trazar nuestro camino a seguir: por un lado, el cariño y apoyo incondicional de los amigos, por otro, nuestro gusto por el trabajo bien hecho. Gracias a ambos, tomamos las riendas y aceptamos el reto de introducir la Raza en España, apostando por la calidad y basando nuestro trabajo en la esmerada y razonada Selección de nuestros reproductores, en el aprendizaje continuo y en la superación.
Durante estos años hemos conseguido mieles y hieles, satisfacciones y fracasos, en fin, ha habido de todo un poco. En la crianza se viven situaciones de muy diversa índole y hay que aprender a estar a la altura, afrontarlas y superarlas. No se está libre de momentos difíciles. Sin embargo, cuando el milagro de la vida consigue reconfortarte y un gatito de no mucho más de cien gramos logra pintar en tu cara una sonrisa de oreja a oreja, te sientes tan dichoso y feliz, que entonces, como por arte de magia, 10 años simplemente son ayer, la ilusión del comienzo. Hoy, sólo podemos decir que nuestro deseo es que mañana, dentro de otros muchos años, siga siendo como ayer.
Os dejamos con fotos del primer Chartreux de nuestro Afijo, la pequeña Betel, que por decisión de la Naturaleza nació justo con el 2006. Con ella llegó de la mano el Duende de la Crianza, con mayúsculas, quien nos acompaña día a día formando parte de la familia, haciendo posible que Nuestros Azules sean nuestro estilo de vida y... que a estas alturas no podamos imaginarnos de otra manera :-))
"Compartir la vida con un Chartreux es descubrir un inesperado regalo cada día. Su eterna sonrisa azul es contagiosa" Maite y Alicia C. Preciado.
