Volvemos de las vacaciones con la noticia más esperada, Violeta y Adán han sido nuevamente papás. Nuestra pareja feliz nos ha vuelto a llenar la casa de alegría con sus bebés.
La madrugada del pasado 28 de Agosto Violeta nos dijo muy alto y claro que no era momento de dormir, durante la tarde anterior nuestra ya habitual caprichosa y exigente Violeta multiplicó por dos sus “antojos de embarazada”, pero cuando llegó la noche, como no fuimos capaces de apreciar ningún otro signo más evidente de que el parto estuviera tan próximo, nos fuimos tan tranquilamente a la cama. Sin embargo, La Queca, como la llamamos en casa, seguía erre que erre con sus caprichos_ que si agua del grifo, que si cosquillas en la enorme barriga, que si vamos a …., que si no me dejes sola…,_ viendo que cada vez estaba más inquieta decidimos preparar una enorme cafetera de café bien cargado ya que la noche prometía ser emocionante…, una vez más se entremezclaban los sentimientos de temor y angustia junto con la ilusión y la esperanza. Afortunadamente fue una noche mágica, sin contratiempos, y la mami y sus cuatro bolas se encuentran fenomenalmente. El feliz papá ya está diciendo que si por él fuera se ponían manos a la obra y hacían otros pocos más. ¡¡¡Este Adán no tiene remedio!!!
La madrugada del pasado 28 de Agosto Violeta nos dijo muy alto y claro que no era momento de dormir, durante la tarde anterior nuestra ya habitual caprichosa y exigente Violeta multiplicó por dos sus “antojos de embarazada”, pero cuando llegó la noche, como no fuimos capaces de apreciar ningún otro signo más evidente de que el parto estuviera tan próximo, nos fuimos tan tranquilamente a la cama. Sin embargo, La Queca, como la llamamos en casa, seguía erre que erre con sus caprichos_ que si agua del grifo, que si cosquillas en la enorme barriga, que si vamos a …., que si no me dejes sola…,_ viendo que cada vez estaba más inquieta decidimos preparar una enorme cafetera de café bien cargado ya que la noche prometía ser emocionante…, una vez más se entremezclaban los sentimientos de temor y angustia junto con la ilusión y la esperanza. Afortunadamente fue una noche mágica, sin contratiempos, y la mami y sus cuatro bolas se encuentran fenomenalmente. El feliz papá ya está diciendo que si por él fuera se ponían manos a la obra y hacían otros pocos más. ¡¡¡Este Adán no tiene remedio!!!
Os presentamos a los pequeños: DingDong, Don Pepe, Dedal y Dulcita
¡¡Esperamos que os gusten!!
